El uso de biomasa en las industrias reduce la emisión de CO2 a la atmósfera.

Las industrias juegan un papel fundamental en el desarrollo de varios países, así como en el fortalecimiento de la economía mundial. Al traer innovación y más oportunidades de trabajo, permitieron el crecimiento de los poderes económicos y contribuyeron al avance tecnológico.

Con numerosas ventajas y beneficios, la importancia de la industrialización para el mundo actual es innegable. Sin embargo, a lo largo de los años, el desempeño de las industrias ha provocado diversas consecuencias para el medio ambiente y, con ello, se ha vuelto necesaria la búsqueda de cambios y acciones sostenibles.

El funcionamiento de las industrias y la producción industrial depende, en su mayor parte, de materias primas obtenidas de la naturaleza. Como resultado, se deforestaron innumerables áreas, se alteró el suelo o la biodiversidad, lo que afectó a varios animales en su hábitat natural e incluso influyó en el cambio climático.

El efecto invernadero y el recrudecimiento del calentamiento global se han convertido en algunas de las consecuencias más graves del proceso industrial, y cada vez surgen más alternativas que pretenden revertir esta situación. Entidades como la ONU, por ejemplo, realizan eventos en alianza con varios países con el fin de encontrar alternativas que minimicen los daños causados ​​al medio ambiente.

El dióxido de carbono (CO2) es un compuesto químico gaseoso esencial para la vida en el planeta. Sin embargo, la alta concentración de este compuesto da como resultado una mayor contaminación del aire, formación de lluvia ácida y desequilibrio del efecto invernadero.

El compuesto de dióxido de carbono es el gas que más contribuye al calentamiento global, y su fuente es la respiración de animales, seres humanos y organismos vivos; descomposición de seres vivos y materiales; deforestación e incendios; y, principalmente, las actividades humanas derivadas de los sectores agrícola e industrial, así como la quema de combustibles fósiles.

El comienzo de la Revolución Industrial requirió el uso de grandes cantidades de carbón mineral y petróleo como fuente de energía, y con eso, hubo una alta concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. En 2016, se estimó que la concentración promedio de gas CO2 en la atmósfera superaba las 400 partes por millón (ppm).

Con el objetivo de revertir el efecto invernadero, el sector industrial recurrió a la búsqueda de energías renovables.

 

Las energías renovables como alternativa para prevenir el efecto invernadero

En los últimos años, han surgido muchas formas de energía renovable. Entre ellas, la biomasa destaca por la posibilidad de tener como fuente cualquier materia orgánica no fósil, que puede ser utilizada en la producción de energía y combustible para las industrias.

La biomasa, al tener una fuente renovable, es una alternativa viable para reemplazar los combustibles fósiles con bajos costos de producción. El proceso de producción se lleva a cabo mediante la combustión o conversión termoquímica de residuos que de otro modo serían desechados y podrían contaminar el medio ambiente. Su fuente de materia prima pueden ser cultivos agrícolas y diversos tipos de hortalizas, aceites vegetales, hortalizas leñosas, residuos de la industria de la madera, residuos urbanos, industriales, forestales y agrícolas biodegradables, así como efluentes urbanos e industriales.

Un diferencial importante de la biomasa, que la hace tan atractiva para el sector industrial, es el nivel de dióxido de carbono liberado a la atmósfera. Su proceso de producción libera niveles similares de la cantidad de carbono que absorbe la materia prima utilizada. De esta forma, mantiene el equilibrio y no contribuye al avance del efecto invernadero.

La biomasa puede producir etanol, biodiésel, bioaceite, biogás, biometano, aceites vegetales y carbón natural. Y Brasil es un país cuyo territorio y clima favorecen el uso de la biomasa, por las áreas disponibles para la agricultura, con posibilidad de múltiples cultivos a lo largo de un año, así como por la diversidad de climas y la intensa radiación solar.

 

Biomasa en el sector industrial brasileño

Según los índices divulgados en los últimos años por los órganos responsables, la industria brasileña es pionera en relación al uso de biomasa. La biomasa es la fuente de energía responsable por más del 9,3% de la electricidad producida en Brasil.

Adaptar el sector industrial para actuar de acuerdo con las medidas de prevención del efecto invernadero es trabajar con la reducción de las emisiones de carbono. Además, estas acciones permiten modernizar y rehabilitar las industrias para que sean sostenibles, contribuyendo al avance de los recursos tecnológicos.

La biomasa es de suma importancia para el sector industrial, ya que permite procesos más limpios y ambientalmente correctos, además de incentivar acciones como la reforestación.

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